De "Diario de Mallorca"
M. ADROVER C. FELANITX Dos vecinos de Portocolom zarparon ayer del puerto de Felanitx para
rememorar una de las rutas marítimas más navegadas durante décadas desde el sur
de Mallorca hacia Argel, utilizada por comerciantes y también por
contrabandistas. Los navegantes se adentraron en el mar con un pequeño llaüt.
Rafael Mascaró y Tomeu Bono desataron las amarras a las once de la mañana dispuestos a realizar una travesía que, calculaban, les llevaría unas 30 horas. Según explicaron, si el tiempo lo permite navegarán a vela y, si no, utilizarían el motor de la embarcación.
La idea es poder llegar hasta Argel y una vez allí desplazarse a un pequeño pueblo cercano a la capital, Babahassen, en el que está enterrado el abuelo de la esposa de Tomeu, fallecido en dicha localidad, ya que nadie de la familia ha estado nunca en su tumba, por lo que la carga emotiva de la aventura es asimismo muy grande.
Para tramitar los permisos de navegación y llegada al puerto, ambos navegantes han debido ir hasta Alicante para lograr autorizaciones consulares y los visados de entrada en Argelia en una embarcación particular.
Según apuntaron, tienen la suerte de tener un amigo en Argel que les esperará a la llegada del puerto para facilitarles su movilidad en dicha zona, y en tono de broma decían que temen más a la vuelta que a la ida, "pues a buen seguro que si nos avista un radar de Costas nos tomarán por una patera", manifestaron.
Rafael Mascaró y Tomeu Bono desataron las amarras a las once de la mañana dispuestos a realizar una travesía que, calculaban, les llevaría unas 30 horas. Según explicaron, si el tiempo lo permite navegarán a vela y, si no, utilizarían el motor de la embarcación.
La idea es poder llegar hasta Argel y una vez allí desplazarse a un pequeño pueblo cercano a la capital, Babahassen, en el que está enterrado el abuelo de la esposa de Tomeu, fallecido en dicha localidad, ya que nadie de la familia ha estado nunca en su tumba, por lo que la carga emotiva de la aventura es asimismo muy grande.
Para tramitar los permisos de navegación y llegada al puerto, ambos navegantes han debido ir hasta Alicante para lograr autorizaciones consulares y los visados de entrada en Argelia en una embarcación particular.
Según apuntaron, tienen la suerte de tener un amigo en Argel que les esperará a la llegada del puerto para facilitarles su movilidad en dicha zona, y en tono de broma decían que temen más a la vuelta que a la ida, "pues a buen seguro que si nos avista un radar de Costas nos tomarán por una patera", manifestaron.
Moment en el que en Rafel i en Tomeu surten cap a Alger